Iglesia Parroquial

Se trata de un edificio de una sola nave con bóveda de cañón de poca altura, por lo que todos los entendidos en arquitectura medieval, piensan que bien puede ser una sinagoga judía, reformada y habilitada como iglesia, ya que la población cristiana primitva era relativamente pobre y con un poco de reforma más de la contrucción de una torre, tenían suficiente para cubrir sus necesidades.

En el año 1509, la iglesia tenía solamente una nave central y la sacristía embovedada; ya estaba también terminada la espadaña, pero solo disponían de dos campanas de bronce, hasta que el día 23 de Julio de 1662 se le agregó la tercera que estaba en una torre de vigilancia en el Puerto de Virtudes. Estas campanas eran de bronce y a consecuencia de un rayo, la mayor de ellas se quebró y durante muchos años siguió tocando, hasta que en 1968 la empresa Hidronitro Española S.A., propietaria de la mina Maria Luisa, las cambío por otras de hierro que en nada se parecen a las antiguas.

En 1678 se le agregó una capilla para la pila bautismal con el techo también embovedado imitando la forma del de la sacristía, poco después, en el lugar que quedaba entre la capilla del bautismo y la sacristía, se edificó otra habitación para cuarto trastero, pero al faltar el dinero para ponerle bóveda, se limitaron a poner un tejado com maderos y tablas como apoyo de las tejas. La última reforma se llevó a cabo en 1941, al construirse la ampliación de la entrada, con la construcción de dos habitaciones mas para la vivienda de la campanera.

Pocos son los documentos que se conservan de esta iglesia, pero existe un fechado el día 7 de Diciembre de 1509, en el que se detalla parte del ajuar de la parroquia que realmente era bien pobre:

  • Un retablo de madera pintado.
  • Un frontal con flores.
  • Un atril de madera.
  • Dos candeleros de metal.
  • Un candelero grande con siete brazos.
  • Una campanilla de lo mismo.
  • Dos lienzos de altar.
  • Dos mesas grandes de madera.
  • Un cajón grande para revestirse los sacerdotes.
  • Dos cajones grandes donde están los vestuarios.
  • Una lámpara grande de plata.
  • Un cáliz con patena y cucharilla de plata bañados en oro.
  • Un alba nueva de seda y otras dos viejas de inferior calidad.
  • Tres amitos, uno nuevo y dos viejos.
  • Dos casullas de damasco, una encarnada y otra blanca.
  • Un altar de madera en el lateral de la iglesia.
  • Un crucificado en una cruz como de dos varas.

Continúa la relación de bienes con varias toallas y otras cosas de menor importancia pero no por ello de menos interés para saber algo mas de la parroquia, pues si nos damos cuenta de la relación anterior, quizás podamos apreciar que había "Un candelero grande con siete brazos" ¿Era este candelabro algún resto de lo que fue anteriormente la iglesia?
A parte de esto, la señal que algunos vecinos de La Nava utilizaban como firma, por no saber leer ni escribir y que puede apreciarse en algunos documentos encontrados en los diferentes archivos investigados, es ni mas ni menos la Estrella de David. El mejor de todos los documentos para poder ver esta señal, es sin lugar a dudas el libro de cuentas de la Fundación de Fernando Fernández Calvo y Gracia González, pues en este libro están las firmas de todos los alcaldes de La Nava desde 1603 hasta 1879, siendo varios los analfabetos, pero no por ello tenían menos entendimiento.

Otro dato importante para poder determinar la época y quien construyó el primitivo edificio, lo tenemos en la carta de don Julián de Castilla, en la que cuenta lo extraño que le pareció la primera vez que vio la iglesia tan separada de la población, pues parecía que nada tenía que ver una cosa con la otra; también se extrañó mucho al ver las ruinas de las casas que estaban alrededor de dicha iglesia, aunque solo quedaban los cimientos, se veían dos calles muy estrechas.

En el lateral izquierdo de la parroquia, se encontraba el cementerio antiguo; aunque hace unos años, al realizar unas obras para traer el agua a la puerta de la iglesia, se descubrieron varios restos humanos de los siglos X y XI en el lateral derecho, pero como ofrecieron poco interés arqueológico a la Delegación de Cultura a la cual se comunicó el hallazgo, este descubrimiento cayó en el olvido y los huesos se trasladaron al osario del cementerio municipal donde quedaron depositados. Esto puede ser debido a que o bien había otro cementerio anterior, o pertenecía a una población de diferente religión.

El cementerio parroquial existió hasta 1934, en que se trasladaron los últimos restos al nuevo, pues aunque desde 1927 no se enterraba nadie en él, no se terminó de caer hasta que se cumplió el plazo pertinente desde el último enterramiento, pero en el año 1923 existió un contencioso entre el ucro y el ayuntamiento que fue zanjado por el Arzobispado de Sevilla.

En cuanto a la Virgen que reside en esta parroquia siempre ha habido la anécdota de si la Virgen de la Virtudes esta en La Nava o en Jabugo.

Cofradías

Cofradía de Ánimas

Tenía por misión dar el toque de ánimas todos los días con las campanas de la iglesia, que era la señal para que toda aquella persona que se encontrarse fuera del pueblo, regresara de inmediato a su casa antes de la puesta del sol; también existía la costumbre de que todos los viernes cuando ya había anochecido, saliesen cuatro mujeres vestidas de negro y alumbrándose con un farol cada una por todas las calles del pueblo, entonando unas plegarias por la salvación de las almas de los difuntos; estas cuatro mujeres representaban los cuatros símbolos del Apocalipsis y eran temidas en gran manera tanto por los pequeños como por los mayores.

 

Cofradía del Rosario

La Cofradia del Rosario estaba dedicada al rezo del mismo todas las tardes en la iglesia parroquial y los domingos por la mañana, realizaban la procesión del Rosario de la Aurora, a la que asistía casi todo el pueblo ya que tenía mucha tradición.

 

Cofradía de la Vera Cruz

Organizaba todos los años las Cruces de Mayo además de dedicarse todos los días del año a la asistencia de los enfermos y de los transeúntes que podían llegar enfermos a la población, para lo cual disponían de un local en la calle del Medio al que llamaban Hospital, pero que solo eran dos habitaciones, una para hombres y otra para mujeres, una pequeña consulta para reconocimientos y curas, además de una antesala donde esperaban los enfermos; este llamado Hospital se conserva hoy en día como cochera municipal mas la otra vivienda particular, pero sigue manteniendo el nombre de Hospitalillo.

Cuando se nombra a la Fábrica Parroquial, no es que hubiese una fábrica, se refiere a la iglesia parroquial, pues a dicha edificación se le denomina fábrica y por lo que podemos ver no era mucha la tierra de la que disponía. No ocurría lo mismo con el cura, pues el cargo de sacerdote de La Nava suponía disponer de una tierras de huertas con mas de tres hectáreas, las que debían producir unos ingresos muy importantes, ya que no solo tenían frutales, también producían hortalizas y lino, que según se arrendara a uno o varios arrendatarios, hacían que los beneficios obtenidos por el cura fuesen suficientes para su manutención.

Aparte de los ingresos obtenidos por bautizos, bodas y defunciones, también tenían unos ingresos por los testamentos que realizaban, pues la falta en muchas ocasiones de notario que se encargase de redactar el testamento, era el cura quien hacía de escribano, como ocurrió en el caso de Simón Lianes, quien el día 24 de Noviembre de 1687 redactó su testamento en presencia de los testigos Juan Dominguez y Salvador González, siendo el escribano el cura de la población Don Felipe de la Cerda.